Después de cuatro años intensos, finalmente he podido defender mi tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid. ¿Por qué la radio que escuchaba de pequeño no sonaba como la que se hacía en la actualidad? Esa fue la pregunta que lo empezó todo. A partir de ahí, tirando del hilo, entrevistando a los principales comunicadores de este país, a directivos y consultores, creo que he podido alcanzar algunas respuestas.
La radio generalista de hoy no está dominada por grandes estrellas a cuya intuición se fían todas las estrategias, sino que ha propiciado un nuevo ecosistema de decisiones compartidas en el que los datos de los informes de mercado elaborados por las empresas de consultoría han adquirido un papel decisivo. Es un nuevo escenario que se abre además a las nuevas posibilidades tecnológicas, a las innovaciones digitales y a las renovadas bolsas de oyentes que han encontrado en el podcast una alternativa eficaz.
Como los que habéis pasado por esto sabéis, el día de la defensa fue una mezcla intensa de emociones. Me siento muy agradecido a los directores de mi tesis (Miguel Ángel Ortiz Sobrino y Alfredo Arense Gómez), a mi familia y a mis compañeros de la Universidad Francisco de Vitoria y de Mirada 21 que quisieron acompañarme en un día tan especial. También a los miembros del tribunal por sus críticas y elogios, sobre todo las primeras, que me servirán para aprender y seguir creciendo.
De todo eso hablo en mi tesis («Evolución del concepto de radio de las estrellas hacia un modelo estratégico. El caso de la Cadena Cope (2000-2018») y de todo eso espero seguir hablando en artículos, congresos y cafés presenciales o remotos.
¡Larga vida a la radio!