“La alegría nace de la simplicidad”. La frase la pronunció esta semana el premio Cervantes José Jiménez Lozano, durante la charla que compartió con los alumnos del Máster de Humanidades de la UFV. Dijo también: “Yo no quiero meterme en medio de mi escritura”, o “no se puede vivir sin esperanza”; afirmó, sobre la verdad, que “la objetividad es la lealtad con los hechos”, y sobre el contemporáneo debate acerca de la igualdad: “el que menos tiene necesitará más, ¿no?”.
Hablaba don José desde la serena convicción de sus 87 años, con la acelerada pulsión de quien vive sin miedo a no vivir. Le mirábamos, los allí presentes, entre extrañados y divertidos: su figura, pequeña, austera, de hombre sabio de provincia pequeña, nos llegaba como distorsionada; quiero decir que nos costaba aceptar la analógica presencia de un hombre culto en medio de nuestra efervescente vida wifi.
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